Había
una vez una semilla de TULIPÁN que vivía bajo la tierra, a la
sombra de una casa. Estaba allí, sola y muy tranquila. En la
oscuridad y el silencio.
Un
día oyó un suave "tap-tap" en la ventana.
-
¿Quién es? Preguntó muy extrañada.
-
Soy la LLUVIA, que quiere entrar- dijo una vocesita triste y dulce.
-¡No
se puede entrar!-respondió la semilla.
A
los dos días se oyó como un cuchicheo (chs-chs) cerca de la puerta,
y la semilla preguntó:
-
¿Quién es?
-
Soy el SOL que quiere entrar-dijo una voz muy clara y alegre.
-¡No,
No, no se puede entrar!-respondió la semilla.
Pasaron
los días y la semilla percibió un suave soplo en la chimenea
(ssshhhh-ssshhhh) y preguntó:
-¿Quién
está ahí?
-Soy
el VIENTO, que quiere entrar.
-¡No,
no, aún no se puede entrar!
Algunos
días más tarde, oyó de nuevo el "tap-tap" en la ventana,
el "chs-chs" por el ojo de la cerradura y el
"ssshhhh-ssshhhh" por la chimenea, y preguntó:
-¡Somos
la LLUVIA, el SOL y el VIENTO, y queremos entrar! - Respondieron las
tres voces a la vez.
-¡Bien,
Bien! - dijo la semilla muy contenta- Ahora que habéis venido las
tres juntas os dejaré entrar.
Abrió
la puerta muy despacito y entraron en la casa.
La
LLUVIA tomó la mano izquierda de la pequeña semilla, el SOL la mano
derecha, y el VIENTO se colocó detrás y empezó a soplar y a
soplar, y entre las tres, consiguieron que la pequeña semilla
asomase la cabeza.
Cuando
asomó la cabeza, brotó una precioso TULIPÁN, era de color ROSA.
Una
vez en el jardín, se asombró de lo bonito que era. No había aún
muchas flores, pero los pájaros la saludaban con sus alegres cantos
y los rayos del sol se reflejaban en su hermosa cabecita rosa.
Al
poco rato llegaron unos niños, y al verle, palmotearon con alegría
y gritaron:
-¡VIVA,
VIVA! YA LLEGÓ LA PRIMAVERA.
Y
el pequeño TULIPÁN ROSA se sintió muy feliz.
(SARA CONE BRYANT)
(SARA CONE BRYANT)